lunes, 7 de julio de 2008

Las 10 principales hermanas que controlan, acaparan, comercializan, revenden y obtienen ganancias millonarias con los alimentos.

Son 10. Son grandes. Pertenecen a gobernadores,
políticos, prominentes empresarios y trasnacionales.
Y son las consentidas de las autoridades en el agro
nacional.


Son las 10 hermanas del campo mexicano.

Las 10 principales empresas que controlan, acaparan,
comercializan, revenden y obtienen ganancias
millonarias con los alimentos de consumo general.

No sólo eso: información oficial revela que reciben
anualmente millonarios subsidios del gobierno federal.
Cantidades muy lejanas a lo que se otorga a campesinos
y organizaciones agropecuarias de México.

Un ejemplo: en los primeros cinco meses de este año,
sólo entre esas 10 empresas se repartió 43 por ciento
de los recursos que la Secretaría de Agricultura transfirió
como subsidios a 300 compañías y organizaciones.

Puesto en pesos, las 10 hermanas se llevaron
550 millones de los mil 282 millones de pesos que
el gobierno federal entregó en subsidios a la agroindustria
de enero a mayo de 2008.

Sus nombres son muy conocidos: Bachoco, Minsa,
Maseca, SuKarne, Cargill, entre ellas.

Y sus propietarios son políticos como el gobernador de
Sonora, Eduardo Bours, o el alcalde de Culiacán, Jesús
Vizcarra, quien aspira a la gubernatura de Sinaloa.

Otras pertenecen a empresarios muy cercanos
al poder político: Roberto González Barrera
y Raymundo Gómez Flores, por citar dos casos.

Y las hay filiales de transnacionales como Cargill,
una de las más poderosas corporaciones
que controlan los alimentos a nivel mundial,
y que a pesar de su poderío económico recibe
subsidios del gobierno mexicano.



Sonora: Guerra de narcos

El estado de Sonora se ha convertido en una especie de tierra de nadie, similar a la realidad de Baja California hace 20 años.

Con un gobierno estatal priísta, autoritario, desacostumbrado a las críticas. Ese marco ha sido aprovechado por diversos grupos de narcotraficantes que han tomado estas tierras como propias, con la violencia en el día a día.

En noviembre 2007, un grupo de narcos atacaron la sede de policía en Cananea, asesinando a los agentes que estaban presentes. El Ejército fue tras ellos y al final sumaron 22 los muertos por el enfrentamiento. Apenas el fin de semana anterior en Cajeme se suscitó un enfrentamiento con saldo de tres policías muertos. Al día siguiente, militares detuvieron a un grupo fuertemente armado en Navojoa, cuando se disponían a abordar una avioneta. No solo traían un fuerte arsenal, además miles de dólares en efectivo."No hay miedo, hay pavor entre la población", asume la diputada perredista Petra Santos, una de las escasas voces críticas que surgen en esta zona.
Un ejemplo de esto lo muestra Guillermo Noriega, dirigente de Sonora Ciudadana, un grupo civil que intenta la crítica en varios temas –transparencia, acceso a la información, libertad de expresión– pero en seguridad cierran la boca."Por seguridad, no hablamos de ese tema. Tomamos un acuerdo para restringir abordar el tema de seguridad, por obvias razones", explica vía telefónica al tratar de concertar una entrevista.De acuerdo a datos oficiales, en Sonora se registraron en 2007, 307 asesinatos –casi 100 más que en 2006– y hasta mayo de 2008 se contabilizaban 113...

Fuente: Cronica 10