EL PRIMER MARTIR DE LA REVOLUCION MEXICANA

RICARDO FLORES MAGON

Después de muchos años de prisión en México, Ricardo Flores Magon se vio obligado a huir a Estados Unidos, y desde ahí continuo atacando sin cesar al gobierno de Díaz.
Díaz contrato a la agencia norteamericana de detectives “T.H. Furlog” para que persiguiera a Ricardo Flores Magon, hasta lograr su aprehensión, y por presiones de Díaz fue condenado a Cadena Perpetua.
Podría haber gestionado su libertad Ricardo Flores Magon, pero para ello tenia que firmar, por su honor, que se arrepentía de todas sus ideas y juraba que nunca mas volvería a realizar actividad alguna que perturbara la tranquilidad del sistema capitalista norteamericano.

…y esta fue la respuesta de Ricardo Flores Magon (fragmento de una carta dirigida a su amigo Nicolás T. Bernal, el 06 de Diciembre de 1920).

“En el departamento de justicia se dijo al señor Weimberger que nada puede hacerse a mi favor si no hago una solicitud de perdón… Esto sella mi destino; cegare, me pudriré y moriré dentro de estas horrendas paredes que me separan del resto del mundo, pero ¡no pediré perdón! ¡No lo haré!, en mis 25 años de vida en las prisiones, e experimentado el sendero del vagabundo y del paria; me he visto desfallecido de hambre; mi vida a estado en peligro muchas veces, e perdido mi salud, en fin, lo e perdido todo, menos una cosa, una sola cosa que fomento, mimo y conservo, con mi celo casi fanático, y esa como es mi honra como luchador. Pedir perdón significaría que estoy arrepentido de haberme atrevido a derrotar el capitalismo para poner en su lugar un sistema basado en la libre asociación de los trabajadores para producir y consumir y no estoy arrepentido, más bien me siento orgulloso de ello.
Pedir perdón significa que abdico a mis ideales, y no me retracto: afirmo que si la especie humana llega alguna vez a gozar de verdadera fraternidad, libertad y justicia social, deberá ser por medio del socialismo.
Así pues, mi querido Nicolás, estoy condenado a cegar y morir en la prisión, mas prefiero esto, que volver la espalda a los trabajadores, y tener las puertas de la prisión abiertas al precio de mi vergüenza. No sobreviviré en mi cautiverio, pues ya estoy viejo; pero cuando muera, mis amigos quizás inscriban en mi tumba: “Aquí yace un Soñador”. Y mis enemigos: “Aquí yace un Loco”, pero no habrá nadie que se atreva a estampar esta inscripción: “Aquí yace un Cobarde y un Traidor a sus ideas”.

Menos de 2 años después de esta carta, el 22 de Noviembre de 1922, Ricardo Flores Magon murió completamente ciego en la prisión de Leavenworth, Kansas, Estados Unidos.

Así murió uno de los que tanto hicieron por la Revolución Mexicana y por quien tan poco han hecho los muchos favorecidos por la propia revolución.

Escrito por: Juvenal