LA DEFENSA DEL PETROLEO

Mientras se realiza el debate sobre la reforma energética, en los foros que se decida, en la calle, casa por casa, se desarrollará esta labor informativa. La articulación de estas dos líneas de acción.
Defender el petróleo no es un capricho ni una terquedad intolerante, como lo han tratado de hacer ver la gran mayoría de los medios de comunicación por consigna. Defender el petróleo es un asunto mayor, en el cual se juega –y no es una frase para impresionar- el futuro de nuestro País. Los energéticos, los alimentos y la información, son las áreas estratégicas más sensibles del poder mundial. Quien controla estos recursos, controla en primer lugar su propio destino, quien controla los de los demás, controla a quienes pierden ese control.
Por lo tanto, decidir sobre la forma y uso de nuestros recursos energéticos, no debe ser una decisión de unos cuantos, alimentados por la ambición de las minorías privilegiadas y, o, la sumisión servil a los intereses del poder trasnacional. Esta es la razón por la cual, se ha luchado por parte del Frente Amplio Progresista y el Gobierno Legitimo de México, para que se abra un debate de fondo y a nivel nacional, sobre la propuesta de reforma energética presentada por Calderón.
Un debate que no debe limitarse a las cuatro paredes de las cámaras ni solo ser un aderezo para la simulación democrática, para que luego un puñado de diputados y senadores, decidan lo que les ordenen sus patrones independientemente de cuáles sean las opiniones dominantes de dicho debate. Por esta razón consideramos necesario que las opiniones y conclusiones del debate y el debate mismo, sean de difusión amplia y vinculatoria. Mandatando de este modo a los legisladores.El petróleo nos pertenece a todas y todos los mexicanos. Es un patrimonio histórico, que durante el tiempo de la expropiación unificó el corazón de la Patria y ha sido símbolo de identidad nacional. Por eso, su defensa nos incumbe a todas y todos.
El domingo veintisiete de este mes de abril, tuve el honor y la emoción de estar en la asamblea informativa que con este fin, convocó Andrés Manuel López Obrador. Camine junto con cientos de miles desde el Ángel de la Independencia, por Reforma hasta el Zócalo de la Ciudad de México, compartí en el trayecto, la alegría de la lucha y el coraje de la gente, su firmeza para defender el patrimonio común; su historia, su derecho a decidir y a oponerse a que nos despojen una vez más de la esperanza.
Más tarde desde el templete pude observar a ese rio de Reforma, convertirse en un mar de olas humanas en el Zócalo que se mecían al ritmo de las consignas en contra de la privatización, “este es el pueblo de López Obrador, donde esté el tuyo, espurio Calderón, “el petróleo es nuestro, no nos robaran”. Un mar embravecido de rostros decididos, que calló, y mantuvo una quietud contenida y expectante, mientras escuchaba el mensaje de Andrés Manuel. Nadie movía ni las pestañas, Las palabras iban cayendo, como lluvia sobre la tierra fértil para hacer nacer la esperanza.
López obrador dio a conocer, las acciones de la nueva etapa de lucha, después de saludar la victoria que significó haber parado el albazo y, obligado a las ansias santanistas de quienes usurpan el poder, a un debate, que no cumple con las exigencias requeridas, pero por lo menos da oportunidad a que se escuchen las voces y opiniones de quienes nos oponemos a la privatización, y, sobre todo, abre un espacio de tiempo inapreciable para llevar adelante una campaña nacional informativa casa por casa. Para lo cual, se planteo la meta de incrementar a doscientos mil el número de los y las brigadistas que llevaran a cabo esta labor. Buscando así llegar directamente a diez millones de hogares en todo el país.
Una labor titánica, para contrarrestar la campaña de desinformación que se lleva a cabo por los medios masivos de comunicación.
Mientras se realiza el debate sobre la reforma energética, en los foros que se decida, en la calle, casa por casa, se le entregarán materiales informativos a la gente y se platicará con ella sobre los verdaderos alcances y consecuencias de la intención de privatizar el petróleo.
Es esta labor informativa y la construcción de una opinión pública critica, la fuerza que impedirá que se lleve a cabo este nuevo atraco a la nación.

Javier Lamarque

30 de abril de 2008

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