sábado, 14 de junio de 2008

La imagen de Bours nos cuesta 170mil pesos diarios al erario estatal.....

(Tomado de PROCESO)
José Gil Olmos

HERMOSILLO, SON.- A Eduardo Bours Castelo, nacido en Cajeme, le dicen en su tierra que es “el más panista de los priistas” por su estrecha relación con el dirigente nacional del PAN, Manuel Espino, con el presidente Vicente Fox, con la dirigente magisterial Elba Esther Gordillo y ahora con el presidente electo Felipe Calderón, a quien le hizo su campaña en el estado.

“El rumor aquí es que él va a pelear la candidatura presidencial en 2012, pero por el PAN, sobre todo después del golpe que éste le dio a su partido en las pasadas elecciones, cuando Bours apoyó a Felipe Calderón”, advierte la diputada perredista Petra Santos.

Hasta el pasado 2 de julio todo parecía ir sobre rieles para el gobernador. Con la victoria de sus candidatos en Hermosillo y Cajeme –antes en poder del PAN– y en 16 diputaciones locales, Bours parecía tener el control político total en el estado y con ello asegurar su futuro para apuntalar su proyecto nacional.

El investigador de El Colegio de Sonora, Álvaro Bracamontes, asegura que la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) de anular dos diputaciones plurinominales le cambió el escenario político a Bours, quien se ha caracterizado siempre por querer tener todo el control.

Pero no por ello el mandatario ha dejado de promover su imagen en los medios, “que lo han convertido en una figura casi mítica localmente”, dice el doctor Bracamontes, experto en temas económicos. Y es que a él le gusta dar una buena imagen a los sonorenses. En las fotografías o videos donde aparece siempre se le ve impecable, con trajes finos, costosos relojes y un cabello perfectamente arreglado…

De buena cuna, Eduardo Bours se esmera por proyectar su imagen de político y empresario exitoso, que resulta onerosa para los sonorenses. Le ha costado aproximadamente 170 mil pesos diarios al erario estatal, según se consigna en el presupuesto de 2005.

Impulsado por Luis Téllez, secretario de Energía durante el gobierno de Ernesto Zedillo y uno de los priistas que se acercaron a Felipe Calderón durante su campaña, Bours fue integrante del equipo negociador del Tratado de Libre Comercio en el área agropecuaria.

En pleno apogeo salinista, Bours participó como consejero o como miembro del consejo de administración de 11 empresas públicas y privadas, entre ellas Bachoco, Probatura, Herdez, Grupo Azucarero Mexicano, Fondo para la Capitalización e Inversión del Sector Rural, Banco Nacional de Comercio Exterior, Nacional Financiera y la Bolsa Mexicana de Valores.

La hora de las alianzasProclive a los reflectores, en 1995 Bours fue el defensor de un grupo de empresarios afectados por el crack financiero al encabezar la Unidad Coordinadora para el Acuerdo Bancario Empresarial (UCABE), lo que le valió las críticas de los legisladores de la oposición, a quienes contestó con amenazas de presentar denuncias judiciales por “difamación, daños morales y lo que resulte”.

También bajo la égida salinista, hizo negocios con Carlos Hank González, con quien formó una empresa de exportación de productos agroindustriales, por lo cual fue denunciado en los medios por haber incurrido presuntamente en tráfico de influencias para aprovechar las ventajas del Tratado de Libre Comercio con Costa Rica a través de la empresa Dovimex.

Pero donde el gobernador atrajo más los reflectores fue con la liquidación de la empresa Del Monte, propiedad de Carlos Cabal Peniche, que posteriormente entró al Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa). La empresa tenía un avalúo de 270 millones de dólares y fue vendida sólo en 25 millones. Sin embargo, una vez vendida se revalúo en 270 millones y, a través de la New York Stocks Exchange, fue lanzada al mercado, donde logró una capitalización inmediata de 750 millones de dólares.

En 1997, se publicó en diversos medios que Bours había recibido 321 mil dólares por la venta de Del Monte. Además, un grupo de accionistas minoritarios con sede en Miami interpuso una demanda contra el empresario sonorense por esa fraudulenta transacción.

En medio de estos escándalos, Eduardo Bours comenzó a abrirse camino en la política. En las elecciones de 2000, fue el encargado de conseguir el dinero para la campaña de Francisco Labastida. Luego llegó al Senado, desde donde saltó al gobierno de Sonora, que ganó por un margen estrecho frente a Ramón Corral, quien impugnó su triunfo alegando fraude.

Negocios de familiaEduardo Bours proviene de una familia acaudalada. Cuentan en Hermosillo que, el 1 de enero de 1952, su tío Enrique compró 700 pollitos, que sobrevivieron en la cochera de su casa gracias a los cuidados de su esposa Beatriz, quien había estudiado ingeniería industrial en California. Semanas después, el matrimonio comenzó a vender los primeros huevos entre sus vecinos y ahí se erigió el negocio avícola de los Bours, que se sumó a la concesionaria Ford que la familia tenía en Sonora.

Durante los siguientes 10 años, la empresa avícola familiar se extendió por todo el estado y en 1971 los Bours deciden incursionar en el negocio del pollo. Bachoco ya es una realidad. En 1992, instalan sus oficinas centrales en Celaya, Guanajuato, donde Eduardo Bours conoce al gobernador Vicente Fox, con quien inicia una amistad que perdura hasta hoy.

La riqueza de la familia, sin embargo, se ha ampliado desde que Eduardo Bours Castelo llegó al gobierno del estado. La agencia Ford, por ejemplo, es un negocio familiar que provee de autos a todos los funcionarios del gobierno estatal.

Además, la compra y venta de terrenos para el clan Bours ha crecido en los municipios de Hermosillo, Nogales, Cajeme, Guaymas y principalmente en Puerto Peñasco, el centro turístico de mayor crecimiento en el país donde la familia del gobernador ha invertido en los desarrollos Sonora Spa Resort, Sonoran Sun Resort y Sonoran Sea Resort, a través de la empresa Sonoran Resort, donde tienen 33% de las acciones.

Sin ninguna pena, el mes pasado el propio gobernador Bours llevó al presidente Vicente Fox al hotel de la familia, el Sonora Sun, y ahí reveló que había ayudado a sus amigos a conseguir 2 mil millones de pesos de la iniciativa privada para este puerto turístico.

La familia Bours está interesada en comprar el desarrollo turístico Playa Norte con 3 mil 500 hectáreas, en el cual se tiene proyectado la construcción de 2 mil condominios con una inversión de 108 millones de dólares. El problema es que el desarrollo residencial turístico enfrenta un juicio que lo tiene detenido desde principios de 2005.

El negocio inmobiliario de la familia Bours no para ahí. Ricardo Bours Castelo, hermano del gobernador, es vicepresidente del Proyecto Impulsor, el detonador de proyectos de desarrollo del gobierno.

Contraviniendo también la ley que impide hacer negocios familiares desde el gobierno, Eduardo Bours compró en 2005 a sus primos Rossana, Jesús, Beatriz, Anabella, Jesús Rodolfo y Mónica Robinson Bours Muñoz, por 10 millones 500 mil pesos, cinco lotes ubicados en Ciudad Obregón.
La transacción inmobiliaria fue un escándalo. El PAN y PRD calificaron de “inmoral” e “ilegal” la transacción que realizaron el entonces coordinador ejecutivo de la Comisión Estatal de Bienes y Concesiones, Emeterio Ochoa, y el secretario de Hacienda del estado, Guillermo Hopkins, con la representante legal de la familia, Rossana Robinson.


El secreto de ese negocio se guardó un tiempo, a pesar de las peticiones de legisladores locales y del periódico El Imparcial que solicitaban información al mandatario sonorense, hasta que Eduardo Bours declaró:

“No es legal ni es inmoral la compra de estos terrenos, se hizo tal como lo marca la ley. El precio en que inicialmente se pretendía vendernos era de 140 dólares por metro cuadrado, pero se llegó a un acuerdo, a lo que se dijo en el avalúo.”
Paradójicamente, en estos terrenos el gobernador Bours piensa construir el Centro Integral de Procuración de Justicia para el sur de Sonora.

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